En el mercado existen muchos tipos de discos NAS: más veloces, con más capacidad, con aplicaciones integradas, con la posibilidad de crear un RAID, con conexión a Internet, etc.
Dependiendo del que escojas, te vas a tener que gastar más dinero o menos, por eso es importante conocer antes tus necesidades.
¿Qué es un Disco NAS?
Un disco NAS es un disco duro externo conectado a una red local, con posibilidad de conexión a Internet, que sirve para realizar copias de seguridad y compartirlas con otros dispositivos mediante un acceso directo a un recurso compartido o a través de otros protocolos de red como Samba, NFS, SFTP o FTPS.
¿Cuál es el disco NAS que necesito?
Capacidad
Lo primero que necesitamos saber antes de comprar un disco duro, ya sea un NAS o cualquier disco duro externo, es el tamaño de los datos que necesitamos copiar para comprar un disco con el tamaño suficiente.
¿Cuántos ordenadores o dispositivos van a acceder a los datos almacenados en el disco?
Si queremos un disco, únicamente para almacenar nuestras copias de seguridad individuales, como documentos, fotos, vídeos o software, nos va a salir más barato comprar un disco duro externo que un NAS y conectarlo a nuestro PC cada vez que vayamos a realizar una copia de seguridad.
Si, por el contrario, necesitamos que varios ordenadores y otros dispositivos se conecten al sistema de almacenamiento de manera simultánea, sí que vamos a necesitar un disco NAS.
Podría ser el caso de una pequeña oficina de pocos empleados, la necesidad de poder conectarnos desde el móvil o desde otro ordenador a través de Internet, o sincronizar, automáticamente, todos nuestros datos a otros servicios externos como Google Drive o Dropbox para tener una mayor redundancia de copia.
No obstante, no todos los discos NAS del mercado tienen las mismas funcionalidades. Antes de comprar uno, tenemos que asegurarnos que cumple con todo lo que necesitamos.
Velocidad
La velocidad de lectura y escritura puede ser un factor determinante a la hora de comprar un disco NAS. Si la velocidad no es un problema, nos saldrá más a cuenta comprar un NAS con los discos mecánicos de toda la vida.
En cambio, si la velocidad de acceso a los datos sí que nos importa, buscaremos un NAS con discos SSD. En este punto, también será importante que la velocidad de la red a la que está conectada el NAS sea rápida, de lo contrario, por muy rápido que sea el NAS, si la red es lenta tardaremos mucho en subir o descargar un archivo.
Redundancia de datos
En el mercado podemos encontrar servidores NAS con una dos, cuatro bahías o más. Esto significa que podemos insertar en el dispositivo entre uno y cuatro discos.
A partir de aquí, nosotros decidimos si queremos utilizar todo el espacio combinado de todos los discos (RAID 0) o crear discos en RAID 1 para no perder los datos en caso de que se estropee alguno de los discos.
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Si no sabes lo que es un RAID, echa un vistazo a su extensa explicación en la Wikipedia.
Seguridad
La seguridad de nuestros datos es un factor importante si compramos un NAS capaz de conectarse a Internet. El acceso a los datos desde el exterior debe estar protegido en todo momento con un usuario y contraseña e, incluso, con autentificación de doble factor.
Si el disco lo podemos encriptar con una herramienta interna del propio NAS para prevenir hackeos o en caso de un robo físico del NAS, será mucho mejor para la seguridad de los datos. Otra posibilidad es subir los datos ya cifrados.
Cada se descubren nuevos bugs, por lo que es importante que el software del NAS se actualice periódicamente.
Multimedia
Al inicio de este post comentaba que hay discos que tienen aplicaciones integradas. Una de ellas pueden ser las aplicaciones multimedia que permiten la reproducción de la música que tenemos almacenada en nuestro servidor NAS o la reproducción de películas directamente en nuestra televisión.
Si es tu caso, necesitarás un NAS rápido, con conexión HDMI y con mucha capacidad de almacenamiento.
No obstante, la función principal de un disco NAS es la de realizar copias de seguridad y compartir datos con otros servidores.
¿Cómo se conecta un NAS?
Las siglas NAS significan Network Attached Storage, es decir, es un almacenamiento compartido por red. Por lo tanto, tendremos que conectar un cable de red Ethernet a nuestro router y acceder a él mediante una IP local.
No obstante, dependiendo del modelo, también podemos encontrar conexiones locales a los servidores NAS, a través de puertos USB o Firewire.
A partir de ahí, cada fabricante distribuye su propio software de NAS para configurarlo y acceder a él pero, lo primero, es llegar a la consola de administración del NAS con una IP local.
¿Qué ocurre si mi dispositivo de almacenamiento NAS no puede compartir recursos por Samba, NFS, FTP o SFTP?
En esta caso, estaríamos hablando de un NAS muy básico que solamente nos serviría para realizar copias de seguridad a través de otros servicios como, por ejemplo, mediante un servicio propio conectado a Internet o un software local para Windows o Linux capaz de «hablar» con el NAS.
¿Todos los NAS vienen con discos integrados?
Dependiendo de cada modelo y fabricante de NAS, podemos encontrar algunos que ya vienen con los discos integrados y otros que solamente viene el NAS con las bahías pero los discos los tenemos que comprar a parte. Normalmente, los mejores NAS como los de QNAP o Synology, se corresponden con el segundo caso.
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